Los Cánceres Más Frecuentes en Personas con Celiaquía
La celiaquía es una enfermedad autoinmune crónica que se desencadena por la ingesta de gluten en personas genéticamente predispuestas. El gluten es una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. La exposición al gluten provoca una respuesta inmunitaria que daña el revestimiento del intestino delgado, lo que lleva a la malabsorción de nutrientes y una serie de síntomas gastrointestinales y extraintestinales. Aunque la dieta libre de gluten es el único tratamiento efectivo para la celiaquía, las personas con esta condición tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Este artículo aborda los cánceres más frecuentes en personas con celiaquía y las posibles razones detrás de este mayor riesgo.
1. Linfoma de células T asociado a enteropatía (EATL)
Descripción: El EATL es un tipo raro de linfoma no Hodgkin que se desarrolla en el intestino delgado y está directamente asociado con la enfermedad celíaca no tratada o mal controlada.
Riesgo: Las personas con celiaquía tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar EATL en comparación con la población general. Este riesgo aumenta si la enfermedad no se diagnostica o no se maneja adecuadamente durante un largo período.
Síntomas: Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, pérdida de peso, diarrea, y obstrucción intestinal.
Prevención: La adherencia estricta a una dieta sin gluten es crucial para reducir el riesgo de EATL en personas con celiaquía.
2. Linfoma no Hodgkin (LNH)
Descripción: Además del EATL, las personas con celiaquía también tienen un mayor riesgo de otros tipos de linfoma no Hodgkin. Este tipo de cáncer afecta el sistema linfático y puede presentarse en varias partes del cuerpo.
Riesgo: Estudios han mostrado que el riesgo de LNH en personas con celiaquía es aproximadamente tres veces mayor que en la población general.
Síntomas: Los síntomas pueden incluir hinchazón de los ganglios linfáticos, fiebre, sudores nocturnos, y pérdida de peso inexplicable.
Prevención: Una dieta estricta sin gluten puede ayudar a reducir el riesgo, aunque no elimina por completo la posibilidad de desarrollar LNH.
3. Adenocarcinoma del intestino delgado
Descripción: El adenocarcinoma del intestino delgado es un cáncer que se origina en las células glandulares del revestimiento del intestino delgado. Es un tipo raro de cáncer, pero las personas con celiaquía tienen un mayor riesgo de desarrollarlo.
Riesgo: El riesgo de adenocarcinoma del intestino delgado es mayor en personas con celiaquía no tratada o mal controlada.
Síntomas: Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, pérdida de peso, náuseas, vómitos, y anemia.
Prevención: La adherencia a una dieta sin gluten es la mejor manera de reducir el riesgo de este tipo de cáncer en personas con celiaquía.
4. Cáncer de esófago
Descripción: El cáncer de esófago es un cáncer que se desarrolla en el esófago, el tubo que conecta la garganta con el estómago. Existen dos tipos principales: el carcinoma de células escamosas y el adenocarcinoma.
Riesgo: Las personas con celiaquía tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar cáncer de esófago, en particular el adenocarcinoma de esófago.
Síntomas: Los síntomas pueden incluir dificultad para tragar, pérdida de peso, dolor en el pecho, y acidez estomacal crónica.
Prevención: Mantener una dieta sin gluten y realizar controles regulares de salud pueden ayudar a reducir el riesgo y detectar el cáncer de esófago en etapas tempranas.
5. Cáncer de tiroides
Descripción: El cáncer de tiroides es un cáncer que se desarrolla en la glándula tiroides, situada en la base del cuello. Existen varios tipos de cáncer de tiroides, siendo el carcinoma papilar el más común.
Riesgo: Algunos estudios sugieren que las personas con celiaquía pueden tener un riesgo aumentado de desarrollar cáncer de tiroides, aunque la evidencia no es concluyente.
Síntomas: Los síntomas pueden incluir un bulto en el cuello, cambios en la voz, dificultad para tragar, y dolor en el cuello y la garganta.
Prevención: Además de seguir una dieta sin gluten, es importante monitorear la función tiroidea y realizar chequeos regulares.
Conclusión
Las personas con celiaquía tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, especialmente si la enfermedad no se diagnostica o no se maneja adecuadamente. La adherencia estricta a una dieta sin gluten es fundamental para reducir estos riesgos. Es esencial que las personas con celiaquía realicen controles de salud regulares y consulten a su médico sobre cualquier síntoma inusual o preocupante. La detección temprana y el manejo adecuado de la celiaquía pueden contribuir significativamente a la prevención de estos tipos de cáncer.
Fuentes:
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